Bitcoin está basado en un sistema "peer to
peer" o de usuario a
usuario muy ingenioso. Al no haber ningún organismo detrás de esta moneda
libre, son los propios usuarios (miles de ordenadores de todo el mundo) que se
aseguran de efectuar el seguimiento, control y registro de las transacciones.
Gracias a esto y a un complejo sistema criptográfico es posible asegurarse de que
nadie haga trampas y que la moneda sea segura ante ataques, intentos de
falsificación o duplicación. De ahí también viene el lema latín que algunos
usuarios de la moneda acuñaron en sus días más tempranos: "Vires
in numeris", es decir, "La fuerza está en los
números".
Puede parecer extraño al principio ya
que no solemos estar acostumbrados a este tipo de conceptos, pero en la
práctica las distintas aplicaciones Bitcoin simplifican el proceso de tal
manera que enviar y recibir bitcoins sea tan fácil como enviar y recibir un
correo electrónico. De esta manera no solo se convierte al sistema Bitcoin en un medio que resulta seguro sino también sencillo y conveniente.
¿Sabías que el
protocolo de Bitcoin es totalmente abierto y transparente? Cualquiera puede
revisarlo y asegurarse de que todo va bien. De hecho, sólo así ha podido ganar
la moneda la confianza de tantas personas en todo el mundo que la usan para sus
negocios, hacer compras o enviar dinero a sus familiares.
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